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Cultura, cultura y cultura. Futuro de la humanidad y cultura, uni2 forever

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Contexto de nacimiento de una nueva comprensión de la cultura A mediados del siglo pasado, un grupo de historiadores en Gran Bretaña…
Contexto de nacimiento de una nueva comprensión de la cultura A mediados del siglo pasado, un grupo de historiadores…

Contexto de nacimiento de una nueva comprensión de la cultura

A mediados del siglo pasado, un grupo de historiadores en Gran Bretaña comienza a llevar a cabo unos estudios sociales que supondrán un vuelco del marxismo canónico y de su concepto de la cultura como superestructura (Pons i Pons, Serna Alonso, 2013), y a partir de este vuelco, nacen la Historia Cultural y los Estudios Culturales. Estas dos disciplinas, en particular esta última, supondrán una revisión no solo de su objeto de estudio, la cultura, sino del propio enfoque disciplinar y del modo de acercamiento a la realidad estudiada.

Lo cultural como agencia

La cultura deja de considerarse algo que transcurre en paralelo a la realidad material de la existencia o que es su mero reflejo para considerarse como depositaria de la capacidad de agencia de los sujetos. Las clases no son clases sociales, sino clases culturales. Los sujetos dejan de ser sujetos simplemente materiales, y la manera que tienen de pensarse a sí mismos se vuelve algo extremadamente relevante. Los vínculos que unen a los grupos dejan de ser solo materiales, y la identidad cultural (Stuart Hall, 2010) se revela como uno de los motores más significativos del cambio social.

La cultura popular como referente

La situación histórica de mediados del siglo XX tiene como correlato una situación intelectual de desorientación y pérdida de referentes: si el capitalismo crece grandiosa y grandilocuentemente, el comunismo muestra su cara más horrenda; entonces el grupo de intelectuales mencionado al principio da un vuelco a muchos de los presupuestos establecidos hasta el momento: el sujeto cultural es lo que llama Natalie Zemon Davis la gente menuda; las explicaciones no se dan ya dentro de un deterrminismo economicista (vuelvo a insistir) y, del marxismo, es sobre todo el enfoque gramsciano sobre la hegemonía el que prevalece.

La cultura de masas, los mass media y la sociedad de consumo

En este nuevo contexto de interés y atisbándose ya el papel decisivo que va a tener la reproductibilidad técnica en la sociedad, es decir, el cambio de era que, en el arte, supondrá un cambio también decisivo en los valores de exposición y de culto de las obras, el interés se vuelve hacia la cultura de masas. La cultura de masas emerge en este momento de cambio social radical (un cambio cuya raíz última es el sistema de producción capitalista tardío y la revolución tecnológica) y se convierte en dos cosas: fuente de inspiración del Pop Art y objeto de estudio (híbrido, confuso, tentativo, etc.) de los estudios culturales.

Pop Art, cultura pop y arte de élite

El arte Pop, que emerge con una potencia inusitada, se constituye con una personalidad muy formada en un entorno también anglófono, con unos métodos y técnicas que Moriente ha descrito brillantemente en su breve resumen sobre la Historia del Pop. Uno de los grandes rasgos que contribuyen a darle esa personalidad única es que, utilizando recursos de la cultura popular y con toda la insolencia que le caracteriza, se sitúa frente al arte de élite: es con el arte de élite con quien dialoga y es el statu quo artístico al que se contrapone.

La opresión de la cultura de élite

La cultura de élite, que es la cultura occidental desde la Ilustración hasta mediados del siglo pasado, se caracteriza por su rigor disciplinario, su difícil accesibilidad, lo escogido de sus fuentes; por ir dirigida (como consecuencia de lo anterior) solo a un segmento muy reducido de la sociedad. En ella se inscribe la Escuela de Frankfurt y a ella (y a la invisibilización que se hace en ella de todo lo que después se atribuye al otro en el contexto de la nueva antropología) cuestionan los maestros de la sospecha. Ella es el monolito insuficiente que, a la vez, es el sustrato ideológico (en el sentido marxista del término) que oculta la realidad de la colonización e impone el olvido del origen de los objetos colonizados y expuestos en los museos (Olga Fernández, 201?).

La inspiración para el arte pop, la inspiración para los estudios culturales

En todo el contexto anterior, y nutriéndose del sistema positivista e ilustrado de las disciplinas, inscribiéndose con dificultad en las estructuras institucionales y gritando (igual que grita el Pop),  la Escuela de Birmingham hace nacer unos modos de aproximación menos rígidos, más comprehensivos, interdisciplinares, nuevos, rompedores, y se fija en todo aquello que la cultura de masas está entronizando. Esta cultura, que prioriza lo visual, hace de los objetos que circulan por sus venas el motivo de estudio, el motivo de inspiración.

Encontrar lo que subyace a la cultura de masas

Estas formas de aproximación, que se mueven en el ámbito de la admiración y la sorpresa (de lo que son muestras el gigantismo, la autorreferencialidad) se imponen y todavía podemos observar su larga cola en los mass media contemporáneos. Se constituyen en el interrogante que está preguntándose (preguntándonos) por el sentido último de todo lo que nos rodea.
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FE DE ERRATAS

Donde dice “la economía de Gramsci” quise decir “la hegemonía de Gramsci” (aquí ya lo he corregido).
Donde dije “…entonces el grupo de intelectuales mencionado al principio da un vuelco” quise significar “entonces [por eso] el grupo de intelectuales mencionado al principio mira a otro sitio y da un vuelco”. Porque creo que miran a lo popular porque necesitan, en medio de la desorientación y el desánimo de lo que se avecina, buscar fuente y estímulo nuevamente en la frescura de las cosas mismas.
Donde digo “el statu quo” tenía que haber escrito “al status quo”.
El párrafo Encontrar lo que subyace a la cultura de masas
lo hubiera reescrito entero si hubiera tenido más tiempo, porque no queda claro el sentido metafórico en el que hablo de “gigantismo y autorreferencialidad” a propósito de los Estudios Culturales.  Sobre todo, la idea de que no se han mezclado, sino que se han disuelto con el main stream cultural me parece clave.

Creo que, con un poco más de tiempo, hubiera escrito esto:
Estas formas de aproximación [tanto los estudios culturales como el arte pop]  que, al menos en sus inicios, se mueven en el ámbito de la admiración y la sorpresa (de lo que son muestras el gigantismo del arte pop, el ruido que arman los estudios culturales, la autorreferencialidad de ambos entre otros) se han impuesto. No se han mezclado con el main stream cultural, sino que se han disuelto en él: forman parte del alfabeto y la gramática de los medios de comunicación vigentes, son nuestra segunda naturaleza y se constituyen, por eso mismo (por estar tan pegadas a nuestro hoy) en el interrogante que, en cada enunciación,  está preguntándose (preguntándonos) por el sentido último de todo lo que nos rodea.

 

REFERENTES

Trabajos y resúmenes que he hecho previamente

Sobre la génesis de la historia cultural y los estudios culturales
Sobre lo anterior, una formulación personal
Sobre la historia cultural del pop
Sobre los niveles de significación de la obra de arte
Sobre una obra representativa del pop y su interpretación iconológica 
Sobre algunos conceptos básicos de los estudios culturales
Sobre la identidad cultural
Sobre el nuevo estátus etnográfico del artista 
Sobre el display expositivo en arte y el etnocentrismo colonial
Sobre el arte moderno en relación con el arte primitivo
Sobre la relación entre estudios culturales, arte pop y posmodernidad
Sobre la situación identitaria que vivimos hoy, primer cuarto de siglo

He tenido que hacerme muchos esquemas gráficos elementales,  porque un buen número de conceptos caían en el vacío, y muchos de ellos están en borrador. Estoy intentando mejorar en esta área de los esquemas gráficos elementales y volveré a retomar mis estudios de arte digital. He hecho el esfuerzo de buscar (y, en muchos casos encontrar, apropiarme o mezclar) imágenes en relación con esos contenidos. Estas son las imágenes que los han presentado, que me he quedado desde mi atávico instinto coleccionista y que me han ayudado a orientarme entre tanta información…  Como se puede ver, me quedo con las caras de Erwin Panofsky, de Natalie Zemon Davis y de Stuart Hall. La idea de compartir me encanta porque, ante todo, soy maestra forever, lo mejor que me ha pasado en la vida y que se decidió hace muchos años en la página dos (abajo) de este documento del BOE y con él y mi antigua cara me despido de la asignatura.

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Natalie Zemon Davis y el nacimiento de la Historia cultural

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Justo Serna y Anaclet Pons (2013) La historia cultural Ed Akal universitaria Resumen capítulo II, De Inglaterra a Francia (Los epígrafes son…
Justo Serna y Anaclet Pons (2013) La historia cultural Ed Akal universitaria Resumen capítulo II, De Inglaterra a Francia…

Justo Serna y Anaclet Pons (2013) La historia cultural Ed Akal universitaria
Resumen capítulo II, De Inglaterra a Francia (Los epígrafes son los que aparecen en el capítulo. Páginas 41 a 74.)

Generaciones de Europa

El objeto de este ensayo es un grupo de historiadores heterogéneos, que forman un “colegio invisible”.  Peter Burke, Carlo Ginzburg, Roger Chartier  y Robert Darnton. En este capítulo, hablamos de la generación anterior de historiadores (Eric J. Hobsbawn, E. P. Thomson, Georges Duby, Jacques Le Goff) y de la historiadora que se encuentra a caballo entre ambas.
Empiezan a desarrollar su actividad profesional en los años sesenta,  cuando la hegemonía de los Estados Unidos se materializa con la difusión universal de la cultura de masas y con la expansión de la sociedad de consumo y cuando la filosofía marxista (que se veía como el modo de impugnar el mundo burgués) empieza a ser influyente en las universidades.

La cultura popular y el marxismo británico

Entre ambas generaciones, se encuentra la francesa Natalie Zemon Davis, (autobiografía: A life of learning) Marxista en su juventud, escribe sobre historia rural, tradiciones, costumbres, rituales del trabajo urbano y religión, lo que no encuentra buena acogida en la Francia en la que predomina la historia total, de Fernand Braudel. Realiza investigaciones desde la historia social, que son publicadas en los medios ingleses (en los que hay un clima que propicia la investigación sobre las clases populares y la difusión de este tipo de estudiso) y no en los franceses, y cita a Eric Hobsbawn que es inglés (se siente más cómoda con el inglés que con sus propios compañeros franceses).
Eric Hobsbawn (Rebeldes primitivos, 1968, Ariel) pertenecía a la Agrupación de Historiadores del Partido Comunista Británico, un grupo reducido de personas que emprendieron actuaciones diversas y muy valiosas y que tuvieron un gran impacto en el nacimiento de la historiografía. (Es el momento en que se publica E. P. Thompson (1963) La formación de la clase obrera en Inglaterra Lo destacable en todos estos historiadores marxistas es el relieve dado a lo popular y el peso otorgado a la cultura.) En Rebeldes primitivos, Hobsbawn apela a formas de hacer política alejadas de las ideas marxistas (lejos del partido o sindicatos), y explica no dentro de una dialéctica, sino según el contexto. No se describen revoluciones extremas, sino reformas menores y corrección de abusos. No se habla de líderes, sino de “gente menuda”, que no sabía leer ni escribir, difícilmente entendibles y, con este autor, convertidos en objeto de análisis.
En Hobsbawn vemos:

  • Perspectiva antropológica (colaboración entre historiadores y antropólogos, en el marco de Evans-Pritchard). Porque se enfrenta a sociedades “precapitalistas, ágrafas, primitivas”. Por la “búsqueda del primitivo” que realiza la etnología británica.
  • Enfoque gramsciano, se produce esta renovación del pensamiento marxista con Gramsci, a la vez que empiezan a hacerse públicos los errores comunistas y hay movimientos para la creación de una nueva izquierda. La pregunta sobre la hegemonía (consenso logrado por el poder) se convierte en la pregunta sobre la cultura. (Gramsci: hegemonía, consenso que da legitimidad a los que ejercen el poder.) Gramsci legitima la defensa que hace Hobsbawn del campesinado rebelde.

Se hace depender el análisis de la política y de la sociedad de un factor propiamente cultural, cultural al menos en el sentido de que las percepciones del mundo, del papel de las clases y de los consensos posibles son resultado de esa dirección intelectual y moral. (Serna y Pons, pág.50)

Otros autores en esta línea son Raymond Williams y Richard Hoggart.

Raymond Williams (1958) Cultura y sociedad. “Recorrido por las fases constitutivas del ideario británico contemporáneo”. Parte de los poetas románticos y su idea del papel salvador de la cultura en la sociedad industrial. Cultura como proceso, individualidades como condensaciones, cultura como registro de las tensiones entre los modos de vida y los cambios que se producen. Llama estructura de sentimientos a las maneras de sentir y pensar comunes a una sociedad.
Richard Hoggart (1957) La cultura obrera en la sociedad de masas, presenta, igual que el anterior, un sentimiento de nostalgia frente a los recursos del pasado.

En definitiva [ambos] convinieron en atacar el núcleo mismo de una tesis marxista obsoleta o poco útil para el estudio de la cultura: aquella que separaba la base de la superestructura. (Serna y Pons, pag. 53).

Como hemos dicho, Thompson (1963) La formación de la clase obrera en Inglaterra es un clásico de la historiografía: nos lleva al lugar de los hechos, da voz a quienes los protagonizaron. Asume la tradición marxista y se interroga sobre el papel de la cultura popular en la constitución de la clase obrera. Deduce que no se puede entender el fenómeno de las clases sino como formación social y cultural.

Para cuando eso fue dicho, una afirmación de estas características era absolutamente renovadora, un alivio frente al determinismo economicista que el marxismo más ortodoxo imponía, frente al esquematismo del estudio del ser social. Para cuando esto fue subrayado, la cultura popular aparecía como ese fermento del que hablara Gramsci en donde se gestan las ideas y las posiciones ideológicas. (Serna y Pons, pag. 54).

Los estudios culturales y la historia desde abajo

En este contexto, surgen los Cultural Studies y la History from Below.

Cultural Studies: 1964, creación del CCCS en Birmingham a la que impulsó, sobre todo, Stuart Hall. Objeto: las formas, prácticas, instituciones culturales, relaciones con la sociedad y cambio social. Decisivos en su construcción: la ampliación del objeto de estudio a las “formas populares, degradadas” de cultura. Las diversas influencias crean, según Stuart Hall, dos paradigmas:

  • Culturalismo. La experiencia del sujeto es la clave del análisis. A partir de aportaciones de la semiótica contemporánea (Umberto Eco (1965) Apocalípticos e integrados.) De esta última, las nociones de codificación, decodificación, decodificación aberrante y la idea de comunidad que desemboca, finalmente, en la de comunidades interpretativas.
  • A partir de las aportaciones de los estructuralistas de los años sesenta: los individuos no son agentes activos, pertenecen a un agregado. Relacionada con el marxismo Althusseriano.

 [Según estos últimos] la presencia del sujeto es solo la confirmación de procesos más vastos que la sobrepasan (Serna y Pons, pág. 57)

History from Below, corriente apadrinada por Thompson, que critica el escaso peso de la Historia y predilección por el siglo XX en los estudios culturales, se enfoca en investigar los modos de vida, cultura popular, tradiciones; para comprenderlos, se amplía el marco del tiempo y el espacio, y se promueve un acercamiento interdisciplinario con las ciencias sociales.  Es el encuentro entre Thompson y Natalie Zemon Davis, que publica Sociedad y cultura en la Francia moderna (1975), el momento en que se constituye la historia cultural. (La versión completa de este libro, que se recortó en su versión española, se encuentra completándolo con Historia y género: las mujeres en la Europa moderna y contemporánea. )

Natalie Zemon Davis: el menu peuple (pueblo menudo) y las mujeres

La historia desde abajo a través de diversas manifestaciones culturales implica: estudio de manifestaciones colectivas, además de documentos; uso de ejemplos escogidos a partir de los cuales abre su campo analítico;  a partir de una localidad concreta, retratar a la nación; relatar cada problema; breves investigaciones no sistemáticas. Utiliza un punto de vista heterodoxo: rechaza la interpretación fuerte del término clase (subraya la historicidad de los movimientos). Aborda áreas que antes no se habían abordado, como la historia de la mujer o las relaciones entre las culturas oral y escrita. Pionera en diversas ideas, dice por ejemplo:

Cualquier historiador debería adquirir el hábito natural de tener en cuenta las consecuencias del género con la misma facilidad con la que toma en consideración las que se derivan de la clase social.

En sus fuentes, se refiere a historiadores vinculados al estudio de las mentalidades, y en especial a Thompson y Hobsbawn, lo que se manifiesta en: atención al contexto, carácter no determinante de este contexto rescatando así la “agencia humana”. Otros referentes son Arnold van Gennep, Keith Thomas ( 1963 Historia y antropología.) y Mijaíl Bajtin (1940, La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento.)

Especialmente relevante es Keith Thomas, porque tutorizó a Peter Burke y porque comprendió muy tempranamente la necesidad de intensificar intercambios con la antropología y su análisis más detallado y teniendo en cuenta más factores; para acercarse a explicaciones más abiertas, y para ensanchar el campo de estudio. De Bajtin, incorpora la reflexión sobre la alteridad, el dialogismo (la polifonía narrativa), la posibilidad de rebeldía subterránea (en la risa, la fiesta y el carnaval, formas culturales más allá del poder).  En este marco, investiga, en uno de los ensayos, la inversión festiva (varón que asume el papel de fémina desordenada), en el que afirma que “el mundo travestido otrorga a la mujer, como persona y como madre, el derecho a levantarse y a decir la verdad”; libera a los hombres de la responsabilidad de sus actos.

Una aportación crucial de esta autora es el énfasis en el tono narrativo y el acto de comunicación. lo que ya aparecía en Thompson y Hobsbawn. En ella dejan sentir su influencia.

Debat0el Natalie Zemon Davis y el nacimiento de la Historia cultural

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